viernes, 16 de enero de 2015

Una lástima

En los días grises, esos que dedico a hacer mil cosas, como sola, espero a que vaya pasando el día, las actividades de los niños, las horas hasta que caiga la noche y volvamos a estar juntos... En esos días grises, me pongo melancólica. 

Hace unas semanas leí este poema de Mario Benedetti

"Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cuatro
y acabo la planilla y pienso diez minutos
y estiro las piernas como todas las tardes
y hago así con los hombros para aflojar la espalda
y me doblo los dedos y les saco mentiras.

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cinco
y soy una manija que calcula intereses
o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas
o un oído que escucha cómo ladra un teléfono 
o un tipo que hace números y les saca verdades. 

Es una lástima  que no estés conmigo 
cuando miro el reloj y son las seis. 
Podrías acercarte de sorpresa 
y decirme "¿Qué tal?"  y quedaríamos 
yo con la mancha roja de tus labios
tú con el tizne azul de mi carbónico"

Y es que nadie me puede negar que en estos días grises y melancólicos repletos de rutinas, se despierta la sonrisa y se alegra el corazón, cuando alguien te sorprende, y tras preguntarle un "¿qué querías? " te responde  " nada, simplemente pensaba en ti" 

1 comentario:

  1. Que bonito Palo, a mi también me ocurre... pero luego... siempre sale el sol!!!
    Un beso.
    Laura

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